Me importa tres cojones
Estimados filántropos del pollo:
Una breve nota de aclaración de conceptos, porque en recientes sesiones de pollo ha surgido la duda. Montar un pollo es una terapia sana, que descarga emociones y permite una adecuada relajación, ya que por mucho que digan los yoguis ésos de la India, con mariconadas como abultar la tripa mientras respiramos no se consigue ná de ná. Pero es importante reservar nuestras energías para los pollos que merezcan la pena, en lugar de dispersarnos con objetivos poco significativos. No, el pollo es un arte, y no se puede malgastar con cualquier cosa. Por eso, hemos de aprender a centrarnos, y delimitar lo que nos importa de lo que no. En resumen: es necesario saber emplear, cuando procede, la frase "me importa tres cojones".
A veces tenemos un principio de enfado por asuntos que, en realidad, ni nos traen ni nos llevan. Pensemos un momento, valoremos la situación, los pros y los contras, el porqué, el cómo, el dónde, el cuándo, la cantidad de canela, si nos pica el dedo gordo del pie izquierdo o no, y entonces podremos valorar el tema en su justa medida. Y si en realidad no va con nosotros, respiremos hondo, pongamos expresión indiferente, hagamos un gesto despreciativo con la mano, y digamos alto y claro: "Me importa tres cojones".
Con la excepción de un pollo bien montado, no hay cosa que relaje más. Empleemos esta sentencia en el momento adecuado, montemos pollos cuando sea conveniente, y seremos los amos del cotarro, los reyes del mambo, las tanga girls: en suma, los flower power más anchos que largos a este lado del río Tajo.
A los elementos subversivos, a los tocapelotas, a los mala idea, a los enemigos, a cualquiera que nos toque los huevos o los ovarios (qué curioso, dicho así, seguido, no suena tan diferente), a todos ésos, se les monta un buen pollo cuando nos apetezca desahogarnos. A los que no llegan ni a la categoría de rata, se les desprecia y se les dice lo de que nos importa tres cojones. Desarmaremos totalmente a esos infelices, dejando claro que a nosotros no pueden venirnos con gilipolleces. Amigos del pollo, que os quede claro: los que compartimos esta filosofía estamos por encima de ciertas cosas. ¡No lo olvidéis!!
2 Comments:
Nidito, de todos los pollos publicados, creo que, sin lugar a dudas,que "me importa tres cojones" es uno de los mejores. Creo que resume muy bien nuestra filosofía del Pollo ;-)
Muchos besos,
saldama
Muchas gracias, aunque el mérito es tuyo, no es difícil elaborar la teoría del pollo viviéndolo tan de cerca. :-)))))))))))))))))))))
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