Segundo Asalto: El pollo Autista

Hoy hablaremos del pollito autista, dícese del polluelo que, en actitud prepotente, se pasa la tarde en el gallinero ignorando al resto de los pollos con indiferencia y arrogancia. Los demás siguen hablando con él, charlando animadamente, incluso gastándole bromas, pero nadie consigue sacarle una palabra al pollo autista, al principio da igual pues hay vida en el gallinero y todos se divierten.

Pero cuando se han acabado los temas de conversación y empieza a molestarles la indiferencia de dicho pollo, deciden, casi por unanimidad, dudar de que esté fisicamente con ellos, y polemizan sobre si le han cambiado por otro pollito más callado, quizá está abducido por algún ser de otro planeta, o incluso, si se ha pedido un pase para salir del corral y en su lugar ha dejado un polluelo hinchable...

Cuando, de repente, el polluelo autista despierta de su letargo, estira las alas, se afila el pico y comienza a hacerse notar, unos cuantos picotazos y todos los demás se quedan estupefactos ante la vida que se abrecamino dentro de la cabecita de nuestro pequeño protagonista... El pollito autista charla animadamente, mejor dicho pía con desparpajo, pero el resto de los pollos están ya enfrascados en los quehaceres de su corral diario y no le prestan demasiada atención. De repente, el pollito, ofendido por la indiferencia de los demás, se hincha de rabia y pega un grito que deja a todos los pollos del corral helados.

Moraleja: querido pollito autista, no debes hacer a los demás aquello que no te gustaría que te hicieran a ti.

Apoyado moralmente por el montaraz y Mónix.

;-)