Un pollo en la Tierramedia

Nuestro repudiado Gollum, millones de años antes de la tercera Edad, en nuestra Tierramedia particular, osea, el baptisterio, no era un corrompido hobbit, sino el más repugnante de los Orcos, qué digo Orco, peor aún, el Orco más esperpéntico, de más baja estirpe, el peor de todos: el Huruk-Hai, de ahí su afición por alimentarse de sus propios y viscosos fluidos, mientras nosotros resoplamos y nos lamentamos por Zalo, el más valiente montaraz, que vive el drama mucho más de cerca, en la caverna del monstruo, donde llega a sentir el aliento del pestilente Orco en su nuca.

Nosotros, los hombres, magos, elfos y hobbits, no podemos permanecer impasibles ante las fuerzas del mal que nos acechan en nuestra propia mesa de trabajo, por ello, y por el ojo de Sauron, montemos un pollo:

"Un pollo para gobernarlos a todos, un pollo para encontrarlos.

Un pollo para atraerlos a todos y atarlos en las tinieblas,

en la tierra de Mordor dónde se extienden las sombras".