De pollos y caricias

Queridos polluelos:
Ya sé que últimamente se me acusa de ausencias, falta de interés, prepotencia y egocentrismo. ¡Ya os vale, tronkos!
Todo esto no me parece compatible aunque es fácil que se me vaya la pelota y no soy precisamente de las que saben medir las palabras.
Hoy os quería hablar del pollo que acaricia, es el pollo que se muestra contundente y provocativo pero a la vez siempre busca el momento para llegar con sus plumas al espíritu de los demás polluelos.
Detrás de cada palabra también se esconden emociones y esas, no hay que olvidarlas jamás.
Ronny es una de mis mejores amigas, a ella le gusta luchar por causas perdidas, por su causa y por las de sus amigos. Es valiente y auténtica y sólo pretendía implicarnos en un proyecto que le apasiona. Tal vez no supo entender el humor de nuestra página y es posible que Nidito no supiera interpretar su enfado, ni ella su broma.
A pesar de los rumores, soy una persona tranquila que no busca provocar un pollo para desahogarse, casi siempre que monto alguno es porque me indigno de verdad, porque me nace.
Esta noche solo quiero acariciaros.
Soy libre en esta página y también en mi vida. Cada palabra que derramo sobre un papel o sobre una pantalla de ordenador es tan real como las horas que paso a vuestro lado en el satélite, callada o hablando sin parar.
No olvidéis que mis caricias se reparten y que tengo para todos, siempre hay una plumita que vuela y llega a vuestras alas, que me dan fuerzas para seguir volando.
Recordad también que soy como un patriarca gitano, que nadie me toque a los que quiero, si os atacan os defenderé siempre, y eso es lo que hago ahora con mi Ronny.
No puede ser de otra manera.
No puedo ser de otra manera.
Madison, a mí tu polluelo de la Prada me parece un punto, muy pijo, pero un punto ;-), claro que también quiero ver ese pollo siniestro de la PH y las palabras de mis polluelos Nidito y Zalo.

Caricias,
saldama