LOS QUE REVOLUCIONAN EL CORRAL
Ahora, puedes acúsame de exhibicionista por abrir dos ventanas a esta discusión, lánzarme tus garras o intentar desplumarme, pero recuerda: soy la gurú, el ama de los pollos,,,y no tendré compasión.
El maravilloso mundo del pollo en todas sus vertientes: el pollo clásico, el minipollo, el pollo progresivo, el pollo en grupo, que viva el pollo, pollo al centro de la tierra y amanece que no es pollo. Conferencias a cargo de las máximas autoridades reconocidas del mundillo, como la número Uno, Sofía Saldama, el Ama de los Pollos, que designará a los invitados y charlistas. Bienvenidos al gran viaje en categoría "Chicken".
Saludos, members. Pues sí, el corral se agita de nuevo, esta vez víctima de una paja mental sexista de la gurú... Para empezar, la frasecita de "los hombres son de Marte, las mujeres de Venus" sin duda alguna la escribió algun@ machista solapad@ que esta encantadísim@ con los roles que tradicionalmente se les han venido cargando a los hombres y a las mujeres. Se trata de gente insegura que necesita encontrar refugio en el hecho de ver al otro sexo como algo que se pueda reducir a elementos tópicos y bien conocidos. Claro, aceptar al otro sexo como lo que en realidad es, alguien como nosotros mismos, inclasificable, imposible de reducir a términos sencillos, contradictorio y maravillosamente complejo, supone entrar en un terreno poco firme en el que podemos sorprendernos de manera continua. Y eso, a algunas personas, les genera inseguridad. Es más fácil aferrarse a los tópicos de siempre: por ejemplo, en el caso de los hombres, pues afirmar una vez más que tienen una sensibilidad totalmente distinta a la de las mujeres, que no se emocionan más que con chorradas como el deporte o películas frikis o de acción, que son incapaces de conectar con los sentimientos de los demás... Eso reduce a los hombres a objetos criticables, sí, pero conocidos, familiares y poco amenazadores. Eso hace que algunas mujeres se permitan ver a los hombres como a unos animalitos con los que, si sigues unas determinadas y sencillas reglas, podrás hacer lo que quieras. Esa visión termina con la emoción, pero también con la incertidumbre. Y por cierto, no pasa sólo con las mujeres, también a muchos tíos les encanta reducir a las féminas de una forma equivalente, aunque con otros tópicos, claro: emocionalmente inestables, incapaces de pensar con lógica, obsesionadas con detalles nimios, y estupideces por el estilo; tan absurdas como las que se achacan a los hombres.