Sobre la división del trabajo
Queridos members:
Nos enfrentamos a una situación altamente peligrosa. Dos elementos externos al corral, pero que por desgracia nos afectan en más o menos un tercio de nuestra pollil existencia, están tramando la ruina de nuestro amado gallinero. Me refiero a los dos peores y más grandes enemigos que tiene el pollo: la Zorra de ojos saltones, y Godzilla.
Hasta ahora, nuestra vida estaba organizada de un modo muy racional y agradable. Cada uno, en función de sus capacidades y gustos, llevaba a cabo las labores que prefería: unos acarreaban el agua hasta los cuencos; otros distribuían el alpiste; éstos mantenían limpio el corral; ésos cuidaban las alambradas para que no entrasen animales salvajes; aquéllos se ocupaban del mantenimiento de los palos para dormir... Gracias a la división del trabajo, descubierta ya por ilustres pollos de hace siglos, se conseguían varias cosas: por un lado, una gran eficiencia en las labores, ya que al estar especializados, los pollos que cumplían con cada una de ellas alcanzaban las más altas cotas de profesionalidad y dominio de la materia. Por otro lado, se lograba un alto grado de satisfacción entre los pollos, ya que nadie se veía obligado a realizar tareas que le desagradasen, o para las que no estuviera dotado. Y por último, y más importante si cabe, se lograba una rapidez extrema en la ejecución de estas tareas, lo que repercutía en el bienestar de todo el gallinero. Y es que los siglos de experiencia han demostrado que la división del trabajo, aparte de otras muchas consecuencias beneficiosas, acarrea una gran rapidez en la ejecución de las tareas.
Pero claro, para saber esto, hace falta no ser un patán ignorante, zafio, paleto, burro, de mente estrecha y cociente intelectual por debajo de cero. Precisamente así son la Zorra y Godzilla. La Zorra, desde siempre, ha sido nuestro enemigo natural; sin embargo, hasta ahora habíamos tenido la suerte de que estuviera relativamente lejos de nuestro corral. Pero ahora nos ronda la valla, y se ha traído a su lugarteniente Godzilla, que nos amenaza continuamente con aplastarnos con su tremendo tonelaje. Si se deja caer encima de nuestra caseta, lo destruirá todo.
Tratan de forzarnos a hacer las cosas sin ningún sentido común. Pretenden que cada uno haga todas las tareas del corral, privando a la gente que le gusta realizar una de ellas de la posibilidad de hacerlo; obligando a la gente que odia una de ellas, a tener que hacerla; forzando a realizarlas sin tener conocimientos, y sin ocasión de aprenderlos; eliminando el bienestar, satisfacción y buen rollo que se respiraba en el gallinero; despreciando la profesionalidad y sabiduría de los pollos, y lo más grave de todo, sacrificando el buen funcionamiento de toda la finca. Las tareas se llevarán a cabo penosamente, de forma lenta, por gente que en muchas ocasiones no sabrá hacerlas bien, y encima sin tiempo para aprender como es debido. Acabarán con nuestro bienestar, y con la prosperidad del corral. Si las dejamos.
No podemos enfrentarnos directamente a ellas. Son unas zorras más fuertes que nosotros. Pero hemos de ser más listos que ellas (cosa que tampoco nos costará mucho, todo hay que decirlo) y tratar de llevar el agua a nuestro molino sin que parezca que lo hacemos.
Pollos, nos jugamos parte de nuestro futuro.
Totalmente sindicado,
Nido de Pájaro